Tradición Familiar
Mónica Böhmer y su centro Medsthetik aparecen casi todas las semanas en los instagrams de conocidas actrices nacionales. Se les ve abrazadas, con palabras de agradecimiento y cariño, siempre felices con su piel. Es que aquí se da algo mágico. Las personas llegan con problemas y salen felices con una solución.
“En mi familia siempre fue importante el cuidado de la piel. Mi mamá Marlies Nästle, de origen alemán, creó en la década de los 60 un centro de estética junto a una tía que se hizo rápidamente conocido entre la sociedad santiaguina. Tenían un amplio departamento donde atendían y yo me iba después del colegio a ayudarlas, cortando algodones, llevando cremas y aceites. Lo pasaba regio”.


Al poco tiempo su familia regresó a Alemania y Mónica terminó el colegio en Heildeberg donde luego estudió Estética en el Institute Technologie Esthetik. “Fueron varios años de aprendizaje con la exigencia de la formación alemana. Ahí estudié biología y ciencias, el respeto a la piel. Trabajé con quemados, rehabilitación a través del agua. Maravilloso.Y lo que más te inculcan es la rigurosidad, la ética, la ayuda al paciente, a entenderlo, que se ofrezca lo que realmente la persona necesita”.
Esto es lo que transmite a su equipo de kinesiólogas cuando hace más de 13 años formó Medsthetik. “Nos dedicamos solamente a los Tratamientos no Invasivos porque con ellos se respeta la calidad y bienestar de la piel, se puede sentir al paciente, eliges la solución adecuada para esa persona y logras ver un cambio. La idea es que la persona aprenda”.

Estética y Emoción
“La cosmetología es embellecer, querer trabajar con la piel, entendiendo a la persona. Es comprenderla desde toda su psiquis, el momento que está viviendo, cómo está física y anímicamente. Todos los problemas que tiene una piel vienen de adentro”.
Mónica Böhmer asegura que lo importante es contener, acoger, preocuparse de la autoestima. “Cuando se hace una evaluación, todo se dice de la mejor manera posible y se dan diferentes alternativas que se adapten a la realidad de cada uno. Buscamos el mejor tratamiento para que se vean y se sienten bien. Mi propósito es que el paciente que llegue y salga feliz. Porque la estética se trabaja desde la emoción” .


“Estoy orgullosa porque le pude entregar a mis hijas este conocimiento y cariño por esta profesión: Cristina Wagner, que hoy es la gerente del centro Medsthetik en Chicureo y Valentina quien está estudiando Estética en Alemania. Y mi nieta, Paz tiene talento innato, viene a ayudarme y lo hace estupendo”.
